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¿Dónde el conocimiento que perdimos en la información?
T. S. Eliot, Coros de La roca, I



lunes, 29 de agosto de 2011

Teoría de la cordura y de los hábitos del corazón, de Higinio Marín: cuatro notas



I.
Uno nunca sabe la trascendencia total de sus actos. Lo leí en junio, y no sé hasta dónde llegará la lectura de este libro en mi vida, pero intuyo que lejos. Decir que es el mejor libro de filosofía que he leído en los últimos cinco, diez ... años no sé si sirve para algo, seguramente no. No me gustan ni las estadísticas ni los superlativos, al menos para las cosas que, verdaderamente, importan.

II.
Pues se trata de este ensayo del filósofo Higinio Marín, publicado en Pre-Textos: pensamiento vivo, cercano, inteligente, cordial y cuerdo, que al final es la misma cosa, como venimos a comprender al hilo de las páginas. Él escribe: “meditaciones filosóficas sobre la intimidad y los hábitos que la constituyen, inevitable y esencialmente vinculados a la configuración genealógica y biográfica del recuerdo y la memoria: de los hábitos objetivos que llamamos ‘tradición’ y de los subjetivos que, según se propone, podemos llamar ‘corazón’”. 

III. 
Marín no duda en ir al reencuentro de los textos a los que debe tanto su identidad: la Odisea, las Tragedias de Sófocles, la Eneida, la Biblia –de un modo especial, el Génesis–Las confesiones de San Agustín, El QuijoteMoby DickEl Señor de los anillosChesterton… Y en el bando canónicamente filosófico, Aristóteles, Platón y numerosos autores modernos, Descartes, Rousseau, Hegel, Kant, Kierkegaard, Nietzsche o Freud: con todos evita el simple antagonismo para afirmar las propias tesis; la clave es el diálogo que busca convergencias y divergencias, para aquilatar la síntesis que se pretende. Y junto con estas fuentes, el autor trae a colación sus creencias religiosas, como dimensión ineludible de su propia configuración cordial.

IV. 
En este diálogo entre tradición y libertad, Marín se zafa tanto de tradicionalismos atávicos como de "todo-vale"s postmodernos. Y va honestamente a lo que le ocupa el corazón y la razón: la necesidad de "salir" y de "volver", la piedad, la muerte, la memoria, el olvido, la sexualidad y el pudor, la hospitalidad, el cuidado, la vocación, el baile o el recuerdo del Paraíso, el perdón, la admiración y la esperanza.

Ya digo que no sé dónde acabará esta lectura. ¿Acabará?